ELIMINE LA TENSION EXCESIVA

Agreste se ha levantado tarde, lleva ya veinte minutos de retraso para llegar a una importante cita de trabajo, en ella puede realizar el desarrollo de un proyecto informático que le reportará un significativo ingreso. Sale de su casa y ya en su automóvil dentro del tráfico, intercambia insultos y bocinazos con otros conductores. Al llegar al lugar de la cita se encuentra con su cliente, se da cuenta de que ha olvidado la propuesta en su casa y en forma tensa, hace una presentación verbal. Al final la misma no satisface al cliente, quien decide comprar con la competencia.

Evangelina con 32 años, no concluyó su carrera universitaria. Llena de ilusión se casó con el único novio que había tenido, quién le prometió una vida tranquila y llena de comodidades.

En ese momento, los negocios de su esposo lo permitían no obstante, luego de serios reveses financieros, ahora se encuentran en problemas económicos, con muchas deudas y pocos ingresos.

Con cinco años de matrimonio, esta crisis económica los mantiene tensos y peleando constantemente, lo que ha llevado a Evangelina a buscar un trabajo en el área de Bienes raíces.

Hoy se están divorciando y esto afecta grandemente a la empresa en donde ella trabaja, ya que muchas veces, no se encuentra emocionalmente dispuesta, para atender a los clientes, que desean arrendar o comprar propiedades.

Los casos mostrado anteriormente, tienen en común un factor: el exceso de tensión dentro de la vida cotidiana.

Aunque coloquialmente se le se conoce como Estrés, esta es una connotación que determina una condición normal, que nos permite vivir adecuadamente, siendo el Distres, el verdadero causante de las alteraciones de adaptación de la persona.
Esto se explica muy claramente a través del concepto técnico de “Tensión – Desempeño”, en donde se concluye que toda situación en la vida, debe contener algún grado de presión interna o externa para ser desarrollada.

En tal sentido, los estímulos que provocan las reacciones de este fenómeno, se conocen con el nombre de Tensores, pudiendo estos ser cualquiera que se encuentre en el ambiente y que determine una respuesta normal o desmesurada, por parte de la persona afectada.

En el caso extremo, el Distres se origina, debido a una sobre excitación de tipo: físico, mental o emocional, que provoca un estado crónico de respuestas tales como: enojo, ansiedad, preocupación y en el peor de los casos hostilidad.

Así mismo, genera problemas de tipo orgánicos vinculados con gastritis, aceleración metabólica, variaciones de la presión arterial y desequilibrio de las funciones físicas.

Aunque muchas personas afectadas por este problema, tiendan a evadirlo, algunas de estas evasiones, complican mucho más el cuadro, generando adicciones al tabaco, alcohol o drogas que pueden derivar en consecuencias de mayor proporción.

Lamentablemente, esta es una condición que no se queda en la problemática individual y termina afectando al grupo de trabajo, los clientes, la organización y la sociedad en general.

Cuando las personas actúan bajo el efecto del Distres, la conducta laboral se ve afectada seriamente dentro del grupo de trabajo, siendo la primera evidencia de esto disminución de la productividad.

Así mismo inadecuación en las relaciones interpersonales con clientes y compañeros y conducta laboral errática, que afecta a los otros miembros del grupo, aunque estos en lo personal no padezcan el exceso de tensión.

Con respecto a la organización y servicio al cliente, el Distres de las personas que trabajan en ella, puede provocar en los primeros, insatisfacción y frustración, lo que como ya mencionamos anteriormente, se traduce en un mal servicio y deserción de los clientes a otros proveedores

El Distres laboral, también esta relacionado con el estilo de dirección o liderazgo, que los ejecutivos ejerzan en sus grupos laborales y que pueden dar como resultado un aumento de la conflictividad interpersonal, disgusto, desagrado y en casos extremos ausentismo, propicia escasa colaboración en las personas y deserción de la empresa.

Aunque en el mejor de los casos, las empresas se orienten a prevenir este tipo de padecimiento cotidiano, no es en forma usual que se aborde este tema, como algo vinculado con las funciones de la organización.

Resolver los cuadros de Distres cuando los personas los padecen, puede ser una tarea que tenga que ser abordada desde el interés particular y en circunstancias ideales, ser parte de la labor de los programas de Salud e higiene laboral, que algunas empresas poseen para sus empleados.

Los métodos más usuales, para enfrentar este problema desde dentro de la empresa, suelen ser: la asesoría experta, los programas preventivos vinculados al manejo de estímulos como: el ruido, calor o condiciones de trabajo extenuantes, la rotación de tareas etc.

Así mismo ayuda en la erradicación de este problema, la inclusión de programas de acondicionamiento físico y deporte para las personas que componen la empresa.

Desde el punto de vista preventivo, las mediciones de clima organizacional, la satisfacción de las necesidades laborales, como sueldo y horario, de acuerdo a los contratos de trabajo, estabilidad laboral etc, son elementos importantes que permiten crear un ambiente en donde el Distres no se desarrolle.

En el ámbito individual y para los niveles ejecutivos, la Psicología de la organización, ha venido mejorando modelos que van desde la Consejería, hasta el redireccionamiento de metas, tal como se contemplan en los procesos de Coaching.

No obstante, aunque dentro de la organización se desarrollen tales esfuerzos, en muchas ocasiones el ambiente externo, posee las características de generar un alto grado de tensión a las personas de la organización.

En tales casos los elementos de solución antes mencionados, servirán de atenuantes, aunque no siempre de solución definitiva, a esta silenciosa amenaza de la salud y bienestar de las personas.

Escrito por: Licda. Eugenia Alvarez