DIEZ IDEAS PARA TRABAJAR SIN STRESS




Michael Mercer, especialista en psicología industrial

1 Llevarse bien con los demás. Mercer asevera: "Los empleados que no están sometidos a mucho estrés, invariablemente tienen mejores relaciones laborales con casi todo el mundo". Para ello, hay que averiguar qué se tiene en común con los demás y tratar amistosamente a todos, desde el presidente de la empresa hasta los que hacen la limpieza de la oficina.

2 Sea siempre diplomático. Proceda con tacto. Evite actuar con ira e impaciencia incluso cuando se sienta frustrado. Mercer afirma: "Expresar ira en el trabajo por lo general acarrea represalias directas o indirectas, lo cual indudablemente genera más estrés".

3 Descubra qué es lo que se le pide. Averigüe qué es lo que esperan su jefe y el superior de este. Dice Mercer: "El éxito de su vida profesional depende de sus jefes. Cumpliendo con sus exigencias se puede progresar, a la vez que disminuir una posible causa de estrés."

4 Trabaje en colaboración con su jefe y sus compañeros. Mercer comenta: "Los que trabajan en equipo se manifiestan aprecio y sufren mucho menos que los empleados que actúan con rebeldía o les gusta trabajar solos".

5 Diga cada día tres frases elogiosas en su lugar de trabajo. Mercer puntualiza: "A todo el mundo le agradan los cumplidos. La satisfacción que brinde a otros haciéndoles un cumplido redundará en que procuren facilitarle la vida. Cuando les pida un favor, se acordarán de su elogio."

6 Fíjese metas en su vida personal y en el trabajo. Quienes están sometidos a mucho estrés pocas veces hacen algo por alcanzar sus objetivos. En cambio, los que no andan muy estresados dedican más de la mitad del tiempo a actividades que les ayudan a lograr las metas que se han fijado a corto y largo plazo. Para determinar cuánto tiempo dedica a lograr sus metas, anote todo lo que hizo en los últimos siete días. En una hoja aparte, anote tres objetivos a corto plazo (a lograr en los próximos tres meses) y tres a largo plazo (para los próximos tres años). Seguidamente, repase lo que hizo en siete días y anote todo lo que contribuyó a que lograra alguna meta, ya fuera a corto o largo plazo. Dice Mercer: "Lo normal es que se dedique menos del 5% del tiempo a actividades conducentes a lograr los objetivos. Y al no alcanzar sus objetivos, la gente se siente frustrada."

7 Haga una lista de asuntos pendientes. "Todos los días, antes de salir del trabajo, haga una lista de lo que tiene que hacer al día siguiente". Con ese mínimo de organización evitará verse agobiado por tareas pendientes.

8 Mantenga ordenados su escritorio y su lugar de trabajo. No se trata de tener una obsesión por el orden. Mercer dice que su escritorio mide 3 metros por 1 y lo tiene cubierto de documentos, salvo por un espacio cuadrado de como medio metro de lado justo delante de él. Dicho espacio lo tiene reservado para aquello en lo que esté trabajando en el momento.

9 Haga al menos un poco de ejercicio. Hasta una caminata de diez minutos es beneficiosa. Mercer afirma que la tensión emocional o estrés se acumula en los músculos. Con un poco de ejercicio se elimina esa tensión y la cabeza queda más despejada para decidir la manera de abordar una situación estresante.

10 Considere la posibilidad de buscarse otro empleo. Dice Mercer: "Si las nueve ideas anteriores no dan resultado, quizá sea hora de buscarse otro trabajo". Por muchas tensiones que tenga en el trabajo, será más productivo si descubre una manera de relajarse al menos cinco minutos cada hora. Casi todo el estrés nos lo acarreamos nosotros mismos con malas actitudes o costumbres. Anote todo lo que hace durante el día que le cause estrés. Seguidamente, mire a ver qué factores agravan la tensión. Estudie luego las maneras en que puede revertir esas situaciones. ¿Le ayudará hablar con un compañero de trabajo? Si se levantara media hora antes en las mañanas, ¿podría dejar de correr y caminaría, incluso a paso lento? ¿Hace ejercicio por lo menos veinte minutos al día? En caso contrario, le conviene hacerlo, pues así aliviará el estrés y podrá trabajar y dormir mejor. Dra. Joyce Brothers

Los fisiólogos han comprobado que una de las causas de la suscepvidad que lleva a ofenderse o sentirse dolido con facilidad es andar por la vida con las mandíbulas apretadas y el rostro y los músculos tensos. Esto hace que uno se sobresalte con el más leve ruido o el más pequeño insulto a su amor propio. Aunque se dice que se tienen los nervios de punta, en realidad son más que nada los músculos, desde los ojos hasta la punta de los pies, los que están en tensión. Cuando todos los músculos están relajados, los nervios y el yo también están tranquilos. Albert Edward Wiggam

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