LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Para comenzar creo que es importante dar una visión global de a qué nos referimos cuando hablamos de violencia de género.
La violencia de género se refiere a todo acto de violencia que se ejerce contra la mujer por el simple hecho de serlo y que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual, psicológico o emocional, ya sea en la vida pública o en la privada.
La violencia ejercida contra las mujeres es la más antigua, la más fuerte, variada y la más extendida del planeta. En el Estado español es la principal causa de mortalidad prematura de las mujeres antes que el SIDA, los accidentes de tráfico y el cáncer de mama.
Esta violencia es uno de los efectos colaterales del sistema patriarcal y androcéntrico en el que hemos nacido mujeres y hombres.
Podríamos señalar como características de la violencia de género las siguientes:
Está basada en las normas y valores socioculturales imperantes en nuestra sociedad, por eso la sociedad intenta minimizar y normalizar esta violencia. Ejemplo de ello son frases tales como “mi marido me pega lo normal”.
Colabora al mantenimiento del orden social imperante, por eso genera menor rechazo social que otros tipos de violencia como pudiera ser el terrorismo.
Inmotivada, los motivos aducidos por los agresores son nimios incluso para ellos.
No se busca el anonimato, el agresor, en general, comete la agresión en la propia casa o en sitios públicos y después se entrega.
Excesiva: uso de instrumentos extravagantes y muy lesivos.
Es extendida, no sólo porque afecta a las mujeres de todos los países y culturas, sino porque afecta a las personas (hijos, madres, hermanos...) que aman y a objetos que aprecian.
FEMICIDIO E INTERNET
En cuanto al ciberespacio hay un dato esclarecedor: si se escribe “mujer” en el buscador, la mayor cantidad de páginas que aparecen son pornográficas.
Hay 67.000 buscadores de sexo a partir de los cuales se abren 2.890.000 páginas de sexo, 41.700 para sexo y niñas y 66.500 para sexo y adolescentes. De este modo, el uso, consumo y circulación de los cuerpos sexualizados de las mujeres suscribe la organización y reproducción del orden social, en el que ellas nunca han participado como sujetos.
La pornografía, basada en la compraventa del cuerpo de las mujeres y la consideración del cuerpo como objeto y su sexo como mercancía, muestra a una mujer consentidora y manipulizable.
Por otra parte, en la red podemos encontrar juegos donde los participantes van sacando parches al cuerpo de una mujer que luego violan. En este mismo esquema se pude citar el caso de un hombre que, para vengarse de su mujer, puso su imagen en internet transformándola en actriz sadomasoquista.
Con internet asistimos pues al nacimiento de nuevas violencias sumada a la ya conocida violencia de la desigualdad.
Pero también podemos encontrar aspectos positivos. Se pueden citar muchos ejemplos de grupos que producen información independiente, alternativa, llena de contenido y de verdades a veces ocultas a la opinión pública. Así, hemos podido informarnos, por ejemplo, del femicidio de Juárez, tan estratégicamente cubierto por los gobiernos responsables de la impunidad en la frontera mexicano-estadounidense. Esta información ha funcionado como herramienta para el cambio político, despertando movilizaciones, marchas, acciones, articulando la voz de las mujeres.
Otro ejemplo de esto es la creación de una red internacional de mujeres y economía solidaria, cuyo objetivo es alentar y promover los intercambios de conocimientos entre mujeres de diferentes continentes, implicadas en actividades de economía solidaria.
La “Ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer” define este delito como “el asesinato de una mujer en el marco de relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres” y establece penas de 25 a 50 años de prisión. También tipifica como delitos, la violación, los golpes y maltratos, la violencia psicológica y económica con penas que van entre 5 y 8 años de prisión.
Como muy bien señaló Hilda Morales, de la Red de Mujeres Contra la Violencia, “la ley implica visibilizar la existencia de la muerte violenta de mujeres, la cual no se enmarca ni en el asesinato ni el parricidio, sino cuando se mata por el hecho de ser mujer”, y añadió que la Red ya planificó una estrategia para sensibilizar, divulgar y capacitar sobre la Ley.
“Es un logro histórico a una demanda de hace muchos años y un reconocimiento al problema existente de la violencia que sufren las mujeres”, dijo Rosa María de Frade, de la Comisión legislativa de la Mujer y diputada de la bancada Guatemala. De Frade y el resto de las congresistas mujeres formaron un frente común a favor del proyecto, logrando que fuera respaldado por la totalidad de los y las legisladoras, entre aplausos y vivas de decenas de activistas que repletaron las instalaciones del recinto congresal.
Distintos medios de comunicación registraron este momento con imágenes que mostraban a las representantes de las distintas organizaciones, arrojando pétalos de rosas al hemiciclo. “Es una victoria para todas las mujeres del país, porque después de muchos años los diputados entendieron lo que se debe legislar en este tema. Al fin entendieron su gravedad”, dijo Myrna Ponce, ex legisladora e integrante del movimiento de mujeres.
Durante varios meses, activistas de la Red de Mujeres Contra la Violencia y de distintas organizaciones sociales y de derechos humanos, realizaron acciones de cabildeo para lograr la aprobación de un proyecto que en el primer momento fue considerado “ambiguo” y “subjetivo” porque ponía entredicho la “normal” relación entre mujeres y-hombres.
En este proceso de cabildeo fue importante el apoyo de las 20 mujeres congresistas de las distintas bancadas. Zury Ríos, del partido de derecha Frente Republicano, dijo que además del trabajo realizado por las diputadas, se debe reconocer la influencia ejercida por las organizaciones-de-mujeres.
La nueva normativa establece la creación de juzgados especializados en la atención de mujeres maltratadas. Deberán funcionar las 24 horas del día. También contempla la creación de hogares temporales para mujeres con problemas de violencia doméstica. Para llevar a la práctica estas medidas, el gobierno destinó un presupuesto inicial de-un-millón-de-dólares.
La “Ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer”, contiene novedosos aspectos como sancionar a los maridos que nieguen a sus mujeres el acceso a los anticonceptivos, tanto naturales como artificiales. También se reconoce como delito la violencia económica, expresada en la apropiación y/o dilapidación del marido del patrimonio de su cónyuge.
Conclusión:
- Un gran avance representa para nuestro paìs y nuestro desarrollo en la democracia, la aprobación de estas formas de violencia;
Recomendación:
- Se necesita más sensibilización al tema del género;
- Se hubiera legislado el femicidio en otras áreas, por ejemplo la Internet.
1 comentario:
El artículo esta muy interesante, porque muchos no saben q la sub valoracion de la mujer se extiende en todo ámbito, como dice aqui, hasta en internet. En cuanto a la ley, pues ojalá que realmente se apruebe y se cumpla.
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